TEMA: LA DIGNIDAD HUMANA EN LA HISTORIA.
La
dignidad humana en la historia
Es
evidente que todos los seres humanos somos diferentes: el sexo, la edad, la
raza, la religión, la nacionalidad, la profesión, etc. Sin embargo, por encima
de cualquier diferencia, todas las personas somos iguales en nuestra naturaleza
humana. Esto significa que todos somos libres, pensamos, amamos, creamos, nos
relacionamos y construimos nuestro propio destino. Estas capacidades y
características nos diferencian del resto de las criaturas de la naturaleza y,
por lo tanto, transforman la existencia de los seres humanos en algo especial.
Por el solo hecho de ser personas, somos merecedores (dignos) de gozar de estas
características, que conforman la dignidad humana, La dignidad humana es la
base sobre la que se construyen la justicia y el derecho.
Evolución
histórica del concepto de dignidad humana
El
concepto de dignidad humana estuvo siempre presente en la historia de los
distintos pueblos y en las distintas culturas del mundo. Los principales
momentos de la evolución del concepto de dignidad humana son los siguientes:
·En la Antigüedad
clásica. Para la sociedad antigua, por ejemplo, la griega, la dignidad de
la persona se basaba en el hecho de que ella era superior a las plantas y
animales, ya que la persona poseía lo que ellos denominaron logos, es
decir, la palabra. Otra característica fundamental de la dignidad humana era el
hecho de poder razonar y reflexionar sobre su entorno.
·En la Edad
Media. El cristianismo introdujo el valor de la dignidad de las personas
por considerarlas como criaturas formadas a la imagen y semejanza de Dios. Sin
embargo, y pese a este concepto, solo los reyes, los nobles, los clérigos y los
guerreros eran considerados "dignos", por el honor que les era
conferido.
Mientras
tanto, los artesanos y campesinos eran considerados seres inferiores y por ello
vivían en condiciones de máxima pobreza.
·La Carta
Magna. En el siglo XIII, el rey Juan sin Tierra concedió protección a los
nobles ingleses, al promulgar la llamada Carta Magna, en la que se ordenaba lo
siguiente: "Ningún hombre será tomado o aprisionado, desposeído de sus
bienes, proscrito o desterrado, o de alguna manera destruido; ni
nos dispondremos sobre él, ni lo pondremos en prisión, sino por el juicio legal
o por la ley del país".
·La Revolución
francesa. Promovida en 1789, buscaba aprobar la Declaración de los derechos
del hombre y del ciudadano, bajo los ideales de "libertad, igualdad y
fraternidad': Esto dio un impulso importante a la idea de que todos los seres
humanos tienen la misma dignidad, por el hecho de pertenecer a la "gran
familia humana", y que las personas poseen unos derechos que todos deben
respetar.
·Declaración
Universal de los Derechos Humanos. A pesar de que los Derechos del
hombre, promulgados por la Revolución francesa, estaban destinados a todos los
seres humanos, los sucesos históricos del siglo XIX y primera mitad del siglo
XX, tales como las dos guerras mundiales, demostraron a la humanidad que era
preciso que todos tomaran conciencia de que la dignidad humana debe ser
respetada por encima de todo. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas
ONU, promulgó en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que
debe ser acatada por todos los gobiernos, como garantía para lograr un mundo
más justo y más humano. En 1983, la ONU reconoció el derecho a la igualdad de
las mujeres mediante la firma de la convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación de la mujer.
Las
tres generaciones de los Derechos Humanos
Los
derechos humanos se han ido reconociendo a lo largo de la historia mediante un
proceso lento de aprendizaje moral que no ha terminado todavía. En este proceso
se pueden distinguir, hasta ahora, tres grandes fases, que se suelen denominar
"las tres generaciones" de los Derechos Humanos.
Derechos
Humanos de primera generación
La
primera generación es la de los derechos civiles y políticos. Empezaron
a ser reivindicados por la burguesía frente al antiguo régimen
feudal-monárquico, a partir del siglo XVI. Estos derechos consideran a la
persona como un individuo dotado de libertad y autonomía. El derecho a la vida
es el derecho más importante entre los de primera generación y constituye el
fundamento básico de la prohibición de torturas y humillaciones. De este
derecho se derivan el derecho a la preservación de la salud y a la integridad
física y psicológica.
Otros
derechos comprendidos en este conjunto son el derecho a pensar y expresarse
libremente, a reunirse con quien se desee, a desplazarse libremente, a
participar en él gobierno del propio país, a no ser detenido sin un motivo
legal, a ser juzgado con garantías de imparcialidad, a tener propiedad y
comerciar libremente.
Derechos
Humanos de segunda generación
La
segunda generación se refiere a los derechos económicos, sociales y culturales.
Estos derechos ya no consideran exclusivamente la individualidad de la persona,
sino que sitúan al individuo en un determinado conjunto social, ya sea por la
actividad que desempeña (trabajador, empresario, científico, estudiante, etc.)
o porque requiere una protección especial (está desempleado, es menor .de edad,
es anciano, está enfermo, es pobre, etc.). Pertenecen a este grupo, entre
otros, los siguientes derechos:
·El
derecho a trabajar en condiciones dignas y a integrar asociaciones sindicales.
·El
derecho al descanso diario, semanal y a las vacaciones pagas; a la protección
de la maternidad, a la seguridad social y a ser beneficiario de subsidios por
desempleo.
·El
derecho al acceso a una vivienda digna, al esparcimiento, a la educación y a la
cultura.
Derechos
Humanos de tercera generación
Por
último, los llamados derechos de tercera generación incluyen, entre muchos, el
derecho de nacer y vivir en un medio ambiente sano, así como el derecho a nacer
y vivir en una sociedad en paz y el derecho al desarrollo. Estos derechos han
sido recogidos en declaraciones internacionales recientes. Es necesaria la
solidaridad internacional para que se puedan cumplir estos derechos. Porque,
¿cómo se podrá acabar con la contaminación del medio ambiente si unos países se
esfuerzan por no contaminar y a otros esto los tiene sin cuidado? ¿Cómo se
podría acabar con la guerra cuando algunos países la fomentan? Y, ¿cómo se
podrá alcanzar el desarrollo de todos los pueblos de la tierra sin la
colaboración de las naciones más desarrolladas? En conclusión, es necesario el
compromiso de todos: Estado, instituciones organizadas y personas en general,
para el mantenimiento, cumplimiento y defensa de los derechos humanos.
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